Un reportaje del Washington Post muestra la expansión de la educación diferenciada en las escuelas públicas de Estados Unidos, con particular atención a la zona de la capital y sus dos estados limítrofes, Maryland y Virginia.
En el próximo curso habrá en todo el país unas 500 escuelas públicas con educación diferenciada. En la mayor parte de los casos son escuelas mixtas que ofrecen clases separadas para cada sexo, en algunas o todas las asignaturas. También hay algunas que son enteramente masculinas o femeninas.
En Estados Unidos, la educación diferenciada se había hecho casi exclusiva de la enseñanza privada, en virtud de unas normas federales de 1972 que prácticamente la excluyeron de la red pública. Después las escuelas públicas comenzaron a atravesar una crisis, especialmente en las grandes ciudades: descenso del nivel académico, problemas de disciplina, retraso de los chicos con respecto a las chicas… La necesidad de encontrar remedios llevó a abrir el sistema público a innovaciones que le dieran un impulso y lo enriquecieran con diversidad de estilos. Aparte de las charter schools (escuelas públicas pero autónomas), nacidas a principios de los años noventa, más recientemente se han admitido la educación diferenciada entre las posibilidades para que un centro público tenga carácter propio.
La autorización se dio a finales de 2006 por medio de un nuevo reglamento aprobado por el Departamento de Educación. Esas normas permiten la educación diferenciada en la enseñanza pública siempre que sea voluntaria, dé una enseñanza sustancialmente igual a chicos y chicas, y se pueda seguir optando por la coeducación.
El reportaje recoge algunos testimonios de profesores y alumnos satisfechos con las clases separadas. Según la experiencia de distintos educadores, este método facilita prevenir desigualdades tradicionales entre los sexos (a las chicas no les gustan las matemáticas y los chicos infravaloran la lengua y el arte; desproporcionada presencia de chicos en la educación especial…).
También hay quienes no están convencidos de las ventajas de la educación diferenciada. El diario recuerda los argumentos más comunes de uno y otro bando. Desde el punto de vista académico, la disputa no es fácil de dirimir, pues el fenómeno no está bastante extendido ni hay aún estudios suficientes para concluir si la educación diferenciada es más beneficiosa y hasta qué punto. De todas formas, algunos se oponen por principio: la American Civil Liberties Union ha presentado una demanda contra el Departamento de Educación alegando que la educación pública no mixta es discriminatoria e inconstitucional.
Ver artículo original: More Schools Trying Separation of the Sexes.