La ministra de Educación de España, Isabel Celaá, anunció el pasado miércoles una serie de indicaciones sobre cómo abordar el final de curso que, supuestamente, había consensuado con los respectivos consejeros de cada comunidad. Sin embargo, apenas dos días después, varias administraciones regionales ya han anunciado que se desmarcan del Ministerio.
En general, lo hacen porque no están de acuerdo con los criterios de evaluación, en los que ven una velada insinuación de “hacer la vista gorda” con los suspensos. Eso, en su opinión, sería injusto y contrario a la cultura del esfuerzo. Celaá ha negado que se trate de un aprobado general encubierto, explicando que lo que se persigue más bien es adecuarse a las extraordinarias circunstancias para…
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