Entre los 10 colegios británicos que obtienen mejores resultados en la enseñanza secundaria, 8 son colegios solo para chicas, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Educación. Entre los 30 primeros, solo hay dos de enseñanza mixta. Si ya anteriormente destacaban los colegios de enseñanza diferenciada (cfr. servicio 165/97), ahora, por primera vez, las escuelas de chicas han dado resultados más altos que las de los chicos.
Cada año se publica en Inglaterra la lista de los mejores colegios, de acuerdo con las notas obtenidas en las pruebas del General Certificate of Secondary Education (GCSE), examen con el que los escolares ingleses finalizan los dos años que les dan acceso a la universidad. Con esta información, los padres disponen de elementos de juicio para elegir la escuela de sus hijos.
Elizabeth Diggory, directora de St. Paul’s Girls School, la escuela de chicas en Londres con los mejores resultados de toda Inglaterra, explica así la razón del éxito: «Estoy convencida de que los alumnos obtienen el máximo rendimiento si se dan clases por separado entre los 11 y los 18 años, edades en las que son tan vulnerables. Las chicas son muy sensibles, por naturaleza muy cumplidoras de su deber, hacen las tareas, se lo toman en serio. El problema es que a veces son tímidas, no se atreven a tener iniciativa. Si no hay chicos, es más fácil que tomen la iniciativa. Entonces se ven obligadas a ocupar un puesto de líder en un debate o a sacar adelante el periódico del colegio».
Diggory rechaza categóricamente la idea de que sus alumnas son buenas estudiantes, pero no llegan a tener una personalidad madura por no educarse con chicos: «Nuestras chicas no están en un convento. La puerta de la escuela está abierta. Tienen amigos con quienes salen, como cualquiera, en Londres».
La directora no piensa cambiar el carácter de su escuela, que empezó a principios de siglo como colegio femenino. Además cuenta con el apoyo de la organización de colegios privados, ISIS, que opina que estas escuelas, en especial los colegios de chicas que van a la cabeza, deben mantener su estatus.
Los mejores resultados de las escuelas de enseñanza diferenciada cuestionan la tendencia a la fusión de colegios de las últimas décadas. El número de colegios para chicos ha bajado de 84 en 1990 a 54 actualmente, mientras que los de chicas han pasado de 220 a 157, en un total de 1.280 colegios privados.
Entre las escuelas solo para chicas o chicos y la enseñanza mixta existe una modalidad intermedia. Son los colegios que hasta dos años antes del GCSE los niños están separados de las niñas, salvando así las dificultades del período de la pubertad. Cuando ya entran en la fase final, les interesan más en serio los puntos necesarios para entrar en Oxford o Cambridge.
Forest School es un colegio de este tipo, en el norte de Londres. Penny Goodman, directora de la sección de niñas, señala la distinta manera de aprender de los dos sexos. «Hay que adaptar la manera de dar clase. Las chicas son más precisas y sale de ellas el trabajar; en cambio, con los chicos, hay que estar más detrás, pierden más fácil la concentración, son menos disciplinados. Sin embargo, los chicos tienen un ritmo más rápido, hay que cambiar a otra actividad enseguida, tenerlos activos constantemente. Es fundamental que haya disciplina, y hacerles ver constantemente quién es el que manda».