Una charter school de Oklahoma City (CC OKC VeloCity)
El estado norteamericano de Oklahoma aprobó en junio la creación de la primera charter school de carácter confesional, financiado con fondos públicos: St. Isidore of Seville Catholic Virtual School. La decisión ha suscitado posiciones encontradas, pues se discute si es conforme con la separación entre Iglesia y Estado que exige la Constitución.
Según Quartz, la Junta Estatal de Charter Schools se decantó a favor en una votación ajustada –por mayoría de tres contra dos–, en lo que constituye un caso sin precedentes. Las charter schools, modalidad de escuela que existe desde hace tres décadas en EE.UU., son centros educativos de gestión privada integrados en la red escolar pública y financiados por las administraciones educativas. Pero gozan de amplia autonomía para seguir sus propios estilos pedagógicos.
Sus promotores son grupos de profesores, asociaciones de familias, ONG… La novedad es que, hasta ahora, ninguna charter school era iniciativa de una Iglesia, que es el caso del colegio online de Oklahoma, el cual abrirá sus puertas en el otoño de 2024. Para el gobernador del estado, Kevin Stitt, se trata de “un triunfo de la libertad religiosa y educativa”; y añadió: “Estoy muy entusiasmado con este esfuerzo por darles a los padres más opciones cuando se trata de la educación de sus hijos”.
Como se verá más adelante, otros actores ven, más que oportunidades, una quiebra de la laicidad de lo público por parte de la administración estadual.
Y se desató la polémica
La idea de erigir la St. Isidore of Seville Catholic Virtual School nació durante la pandemia, cuando la Conferencia Católica de Oklahoma –dependiente de los obispos católicos del estado– exploró la posibilidad de impartir enseñanza a través de medios tecnológicos, para evitar que el confinamiento perjudicara el aprendizaje de muchos niños y jóvenes residentes en áreas rurales, donde la única opción eran las escuelas públicas convencionales.
La iniciativa, sin embargo, le ha parecido ilegítima al Fiscal General del estado, Gentner Drummond, para quien “la aprobación de cualquier escuela religiosa financiada con fondos públicos es contraria a la ley de Oklahoma y no beneficia a los contribuyentes. Es extremadamente decepcionante que los miembros de la Junta hayan violado su juramento para financiar escuelas religiosas con el dinero de nuestros impuestos. Al hacerlo, se han expuesto a sí mismos y al estado a posibles acciones legales que podrían ser costosas”.
La Cláusula constitucional de Libre Ejercicio protege a los creyentes de recibir un trato desigual respecto a otros ciudadanos
Por su parte, la asociación Estadounidenses Unidos por la Separación de la Iglesia y el Estado (AU) ya anuncia una demanda en los tribunales. “Es difícil pensar –dice un comunicado del grupo– en una violación más clara de la libertad religiosa de los contribuyentes y de las familias en los colegios públicos de Oklahoma que el establecimiento por parte del estado de la primera escuela concertada religiosa del país”. La AU, dice, luchará contra la decisión y “por la separación de la Iglesia y el Estado, garantizada tanto en la Constitución de Oklahoma como en la de EE.UU.”.
El caso, sin embargo, puede no resultar tan claro. Aunque, en efecto, la Constitución prohíbe que el gobierno financie ninguna religión, en situaciones como esta se podría interpretar que el dinero público se destina no a la Iglesia, sino a la educación de niños en un colegio de ideario católico. En 2022, el Tribunal Supremo de EE.UU. sentenció que la exclusión de las escuelas religiosas de Maine de un programa estatal de pago de matrículas para pueblos en los que no hubiera escuelas secundarias públicas, violaba la Cláusula de Libre Ejercicio. Esta, recogida en la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU., protege a los creyentes de recibir un trato desigual respecto a otros ciudadanos.
“¿Dónde trazamos la línea?”
A propósito del negativo panorama que pintan los detractores de la iniciativa, el director ejecutivo de la Conferencia Católica de Oklahoma, Brett Farley, comentó a Aceprensa que lo más difícil de este proceso ha sido precisamente enfrentarse al Fiscal General y a los grupos que han hecho pública su oposición a esta innovación institucional por la que su organización ha estado luchando durante dos años.
Según Farley, la decisión de aprobar la charter school católica tiene sólidos fundamentos en la Cláusula de Libre Ejercicio, que es, subraya, una protección a todas las formas de participación privada en programas públicos.
Previamente, en declaraciones recogidas por CNN, Farley había recordado que “actualmente, los dólares públicos van a todo tipo de instituciones religiosas, tanto a instituciones educativas en forma de créditos fiscales, de cheques, etc., como a hospitales y a todo tipo de instituciones de asistencia pública patrocinadas por instituciones religiosas”, dijo.
Añadió que la Agencia Federal de Emergencias “se apoya en gran medida en Catholic Charities o en los servicios de ayuda baptistas (…). Por tanto, sugerir que de alguna manera esto es anatema e inconstitucional es plantear otra pregunta: ¿dónde trazamos la línea?”.
Respecto al nuevo colegio online, Farley nos comenta que puede abrir nuevas puertas en el mundo educativo. “Obviamente, no podemos construir escuelas físicas en todo el estado, pero lo que sí podemos hacer es asociarnos con este para dar respuesta a las necesidades educativas de cada niño”, concluyó.