El fracaso escolar es siempre un problema preocupante, pero en tiempos de crisis económica se paga a un precio especialmente alto. Según la Comisión Europea, con que disminuyera un punto porcentual la tasa de abandono prematuro de las aulas, la economía europea contaría cada año con un potencial adicional de casi medio millón de trabajadores jóvenes cualificados.
Muchos estudios han documentado que la cicatriz del fracaso en la escuela acompaña al alumno durante mucho tiempo después del abandono de los estudios. A veces, durante toda su vida profesional: las personas con menos estudios tienen más dificultad para encontrar trabajo, para conseguir un contrato indefinido, cobran menos y sus periodos en el paro son más largos.
En España, el 28%…
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