Todo el mundo dice que la profesión docente sigue estando muy mal pagada y que cuando la economía marcha bien es complicado reclutar maestros. Por eso algunos países que acusan más el déficit tienen que hacer verdaderos esfuerzos -incluso fichar maestros en el extranjero- para completar las plantillas. En Inglaterra y Gales, según el Sindicato Nacional de Maestros, hay 4.000 plazas vacantes; Estados Unidos se enfrenta a una de las mayores carencias de profesores de su historia. Holanda ha recurrido a reciclar a profesionales ajenos a la docencia (ver servicio 39/00). Pagar más aliviaría el problema, pero no es solo cuestión de dinero.
En Gran Bretaña, la agencia de reclutamiento de profesores Timeplan organizó una operación en Australia, que tiene una tradición educativa similar a la británica, para entrevistar a 100 candidatos, de los que fichó a 23. En algunos casos, les han pagado el billete de avión a Londres y les han buscado un alojamiento barato en la ciudad. Timeplan planea nuevos viajes a Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Canadá en busca de candidatos.
Parece ser que es muy difícil encontrar profesores que trabajen a tiempo completo. De ahí que por el claustro vayan circulando suplentes una y otra vez. Por la falta de maestros de determinadas asignaturas (matemáticas, idiomas, física, diseño y tecnología, economía doméstica, etc.), los colegios no han tenido más remedio que contratar profesores retirados.
Según el sindicato de profesores británico, el problema se solucionaría si el gobierno aumentara el salario de los profesores que empiezan su carrera (ahora cobran alrededor de 5.000 libras menos que los profesores de colegios privados). Pero no parece que sea cuestión de dinero exclusivamente.
La prueba es Estados Unidos. En 1996, California aprobó una ley para reducir el número de alumnos por aula. La medida exigía contratar a 20.000 profesores más. Había dinero, pero no candidatos. El Estado tuvo que hacer ofertas a profesores de colegios privados, reclutar maestros en otros Estados o en México, e incluso contratar a personas sin la titulación «exigida». En la actualidad, cerca del 10% de los maestros de California imparten clase con credenciales de «emergencia».
Otros Estados han seguido el ejemplo californiano con idea de mejorar la calidad de la enseñanza, de manera que la demanda se ha disparado. Pero, además, la Administración presentó en 1999 un plan federal para contratar 100.000 nuevos profesores en los próximos años.
La necesidad de maestros ha conducido a Estados Unidos y Gran Bretaña a subir los salarios y a ofrecer dinero de antemano para contratar al personal más cualificado, a pesar de que algunos colectivos docentes se espantan cuando oyen hablar de oferta y demanda en la enseñanza.