Cada año la agencia federal CDC (Centres for Disease Control and Prevention) elabora un informe sobre la natalidad en mujeres jóvenes. En el del año pasado (ver Aceprensa, 22-05-12) comparaba las tasas de las últimas décadas, en las que Estados Unidos ha experimentado un gran descenso. Para establecer las causas de este fenómeno, acompañaba los datos de nacimientos con otros sobre la conducta sexual de las jóvenes: la principal conclusión era que el retroceso en la natalidad en esa franja de edad se debía no solo al uso de contracepción, sino también al descenso de la promiscuidad.
En el informe de este año, donde no aparecen datos sobre la conducta sexual de las jóvenes, se advierte un descenso en la tasa de nacimientos con respecto al anterior informe. Si en 2010 (año al que se refería el estudio del año pasado) fue de 34,3 nacimientos por cada 1.000 chicas entre 15 y 19 años, en 2011 la cifra bajó hasta los 31,3.
Los años que se han tomado como término de comparación en el último informe han sido 2007 y 2012. En este periodo el mayor descenso ha correspondido a las jóvenes hispanas, que ha pasado de una tasa de 75,3 a 49,4. También disminuyen las tasas de las jóvenes blancas (21,8) y negras (47,4), pero en menor proporción. Actualmente, la diferencia entre la tasa de las blancas y las de los otros dos grandes grupos raciales se ha acortado a “solo” el doble, cuando a comienzos de los 90 se acercaba al triple.
Menos aborto y menos promiscuidad
Aunque el informe de este año se limite a la natalidad, otros estudios recientes señalan que el descenso de los nacimientos va acompañado de la bajada en el número de embarazos y abortos en adolescentes, y de una menor promiscuidad.
En cuanto a esto último, el informe de la CDC del año pasado ofrecía datos interesantes: la proporción de chicas entre 15 y 19 años que no había mantenido nunca relaciones sexuales había aumentado casi un 50% entre 1995 y 2006-2010. No obstante, según un estudio referido a 2011, parece que el porcentaje general (chicos y chicas) de jóvenes en esta situación ha bajado en los últimos tres años: en 2009 eran el 54%, en 2011 el 52,6%, lo que sigue estando muy por encima de los datos de los 90.
En cuanto a los embarazos y los abortos, las últimas estadísticas oficiales del Centro Nacional de Salud y del Instituto Guttmacher (referidas ambas a 2008) ofrecen mínimos históricos. La tasa de aborto, 17,8 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 19 años, es la más baja desde la legalización del aborto, y casi un 60% menor que la de 1990; la de embarazos (67,8 por cada 1.000 mujeres en esas edades) ha descendido un 40% respecto a la misma fecha. A la educación en la abstinencia se une el uso creciente de métodos anticonceptivos.
La CDC también ha elaborado un documento con propuestas para evitar que las madres adolescentes vuelvan a quedarse embarazadas. En 2010, uno de cada cinco hijos nacidos de una madre adolescente no era el primogénito, un fenómeno más común en las minorías raciales y en los estados del sur. En el capítulo de propuestas dirigidas a los jóvenes, el documento señala en primer lugar que los adolescentes “pueden decidir no tener sexo”; una sugerencia que da pistas sobre el éxito de la sociedad norteamericana en el campo de la maternidad juvenil.