Por amplia mayoría (62%), los electores de Utah han dicho no al cheque escolar en el referéndum celebrado el pasado 6 de noviembre. El programa de cheque ahora derogado iba a ser el más amplio del país, pues habría dado derecho a todas las familias del estado a recibir de 500 a 3.000 dólares por alumno, según su capacidad económica, para llevar a sus hijos a la escuela, pública o privada, que eligieran (ver Aceprensa 21/07 y 51/07). La campaña en contra, organizada por un grupo de ciudadanos pero pagada principalmente por la National Education Association y otros sindicatos de profesores, alegaba que el cheque perjudicaría a las escuelas públicas al detraerles recursos. Los partidarios, financiados en la mayor parte por un empresario, insistían en la libertad de elegir escuela; pero el argumento ha hecho poca mella en muchos electores, como los de zonas rurales (casi la cuarta parte de la población), donde no hay más colegios que los públicos.