El modelo “igualitario” en el reparto de tareas domésticas entre hombre y mujer no siempre va bien a todas las familias. Más que prescribir socialmente una distribución a partes iguales, sería más útil que las políticas públicas dieran a las familias la oportunidad de organizarse según les conviene. En este sentido, es interesante el subsidio por cuidado de hijos en el hogar implantado en Finlandia, Francia, Alemania y Noruega.
Richard Reeves, director del Center on Children and Families de la Brookings Institution, publicó hace poco en The Atlantic una curiosa defensa del matrimonio. Su tesis es que, en Estados Unidos, la institución matrimonial seguirá teniendo sentido para las futuras generaciones si los esposos afrontan las responsabili…
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