El número de adopciones internacionales está cayendo. Así lo reflejan las estadísticas de varios países desarrollados, algunos de cuyos ciudadanos suelen –o solían– hacer largos trayectos a lugares como China, Rusia, Vietnam, Haití, etc., para cumplir su sueño de ser padres.
En EE.UU., por ejemplo, el descenso ha sido abrupto: si en 2004 llegaron casi 23.000 menores adoptados en el exterior, en 2018 fueron apenas 4.000. Otros países, como Francia o España, también han visto despeñarse la curva: el primero, que recibe fundamentalmente niños haitianos, colombianos y vietnamitas, pasó de 4.000 en 2007 a 615 en 2018; España, adonde llegaban más menores chinos que a EE.UU., pasó de más de 5.500 en 2004 a unos 500 en 2017.
En el caso norteamerica…
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