Con la carga de promesa electoral, el mandatario chileno Sebastián Piñera enviará al Congreso a fines de marzo un proyecto de ley para extender de tres a seis meses el descanso posnatal. Para el mandatario sería una “tremenda alegría” concretar esta iniciativa que no debería tener problemas en ser aprobada a la brevedad.
El presidente Piñera, que asumió en marzo de 2010, pretende llevar de las actuales 12 semanas a 24 el período de descanso posterior al nacimiento del hijo. Las beneficiadas percibirán un subsidio del Estado que cubrirá su remuneración mensual, con un máximo de 30 UF (unidad de pago indexada en relación a la inflación), que hoy estaría en 650.000 pesos chilenos (unos 1.380 dólares).
En este sentido, no se incorporará mucho cambio; la legislación actual establece que la mujer, con la licencia prenatal de seis semanas antes de la fecha del parto y la posnatal de 12 semanas, goza de una licencia paga provista por el Estado. Así, el empleador utiliza el salario de la embarazada-madre en su reemplazante.
El nuevo beneficio es tanto para las madres naturales como para las adoptivas. Las que adopten disfrutarán de seis meses de reposo si el niño es menor de seis meses, o de tres si es mayor. Según cálculos oficiales, la nueva ley ampararía a 700.000 mujeres en un país de 17 millones de habitantes.
La letra chica del proyecto de ley establece que el período de descanso posnatal se dividirá ahora en dos, de tres meses cada uno. Una vez cumplido el primero, la madre tiene dos vías para extenderlo o no, en caso que desee retornar al trabajo. Las mujeres con un sueldo mayor a 30 UF pueden elegir entre continuar con el descanso de otros tres meses -y cobrar el subsidio estatal- o volver a trabajar en jornadas parciales e ir recuperando el sueldo original de forma progresiva. Para las madres con un salario menor a 30 UF será obligatorio el nuevo permiso de reposo.
El proyecto del gobierno chileno también especifica que las mujeres podrán traspasar hasta dos semanas del prenatal al posnatal, y además tendrán la posibilidad de ceder al padre hasta seis de las 12 semanas adicionales del posnatal. El costo fiscal de esta iniciativa alcanzaría el equivalente de 150 millones de dólares por año.
Según la OCDE, de la que Chile forma parte, el país sudamericano se encuentra en la actualidad en el puesto 17 en cuanto al descanso brindado a la mujer por maternidad. La lista la lidera el Reino Unido con 52 semanas -39 pagadas- de licencia maternal. Con la reforma, los chilenos quedarían ubicados en la décima posición.
Aplausos y críticas
Las mujeres en general ven con muy buenos ojos la idea de la administración de Piñera. En cambio, empresarios y analistas económicos advierten que la nueva ley podría reducir la contratación de personal femenino y generaría un alto costo al Estado debido a las vacaciones que debería sufragar.
También existen dificultades en torno a la cantidad efectiva de mujeres que accederían al beneficio. El problema se plantea en que no todas las trabajadoras cuentan con un contrato laboral hecho y derecho. De esta manera, solo el 23% de las madres reciben actualmente la indemnización de prenatal y posnatal. Y, como suele suceder en Chile, las diferencias sociales hacen que las más adineradas, las que suelen estar contratadas, sean las que logren el subsidio por maternidad con mayor facilidad.
En Chile la participación laboral de la mujer se encuentra entre las más bajas del mundo, en torno al 41%, frente al 53% de América Latina. Para algunos economistas, esto responde a que el posnatal chileno ya es de por sí generoso.