Los trámites para la adopción será más simples en Francia, si se aceptan las propuestas de un informe encargado por el gobierno a Jean-François Mattei, genetista y diputado. El informe, entregado al primer ministro a principios de febrero, recomienda medidas que agilicen los trámites de la adopción. También precisa que la razón de ser de la adopción es dar padres a un niño y no un niño a una pareja que no puede tenerlos, lo cual descarta un «derecho a la adopción» como el que se invoca por las parejas de homosexuales.
El estudio propugna que Francia ratifique la convención de la Haya del 29 de mayo de 1993 sobre la adopción internacional, con el fin de armonizar los procedimientos y hacerlos «más simples, más seguros y más justos»; propone adelantar a los 28 años -ahora son 30- la edad mínima para poder adoptar un niño, y aboga por reducir de cinco a dos años el tiempo mínimo de convivencia de una pareja casada candidata a la adopción. La legislación francesa sólo admite la adopción por parte de una persona sola y soltera en casos muy excepcionales.
Según datos recogidos en el informe, desde hace cinco años, dos tercios de los niños que adoptan los franceses vienen del extranjero, especialmente del Este de Europa, de Sudamérica y del Sudeste asiático. Francia es, después de Estados Unidos, el país con más adopciones internacionales: en 1993 fueron adoptados 2.778 niños. Ese mismo año los franceses adoptaron a 1.355 niños nacionales. Entonces había 13.500 familias con el permiso necesario y en espera de un niño con ciertas condiciones. Esto se explica porque el proceso legal es lento, y porque dos de cada tres niños adoptables no son escogidos por tener alguna enfermedad.
Sobre el secreto de los orígenes, el profesor Mattei no se opone a que la madre pueda dar a luz en el anonimato, ni a que los padres pidan no ser identificados cuando entregan el niño a las agencias de adopción, siempre que tenga menos de un año. Pero aconseja rellenar el vacío de información que a veces hace sufrir a los niños proponiendo a la madre que deje en la agencia cierta información que no la identifique.
Mattei ha hecho declaraciones en las que precisa la finalidad de la adopción. «Es falso pretender que la adopción es un derecho. Como tampoco hay un derecho al niño. Sobre este tema hay mucha confusión. Cuando los métodos médicos fracasan, las parejas se suelen inclinar por la adopción. El peligro entonces es ignorar que la lógica es muy distinta. Ya no se trata de dar un niño a una pareja, sino de dar padres a un niño».
La visión del experto francés contrasta con los intentos que tienen lugar en España de facilitar la adopción a parejas homosexuales. Así, la Ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi declaró el pasado diciembre que ese tipo de adopción le parece «totalmente razonable, normal y en absoluto perjudicial» para los niños.