Steven M. Harris es miembro de un proyecto (“The National Divorce Decision-Making”) que se ha propuesto investigar cómo es el proceso de decisión de las parejas que se han planteado el divorcio.
En un artículo para Family Studies, comenta uno de los resultados más sorprendentes que se han encontrado al encuestar a más de 3.000 parejas. De las que han pensado en el divorcio alguna vez en los últimos seis meses (un 25% del total), solo un 60% de los cónyuges habían hablado de sus problemas matrimoniales con alguien. De hecho, cuatro de cada diez ni siquiera lo habían comentado con el cónyuge, y otro 20% decía haberlo hecho aunque no directamente.
Los interlocutores más frecuentes eran otros miembros de la familia o amigos. En cambio, solo un 15% había pedido ayuda a un consejero familiar, aproximadamente el mismo porcentaje que había acudido a un sacerdote o similar. Paradójicamente, son los consejos de los profesionales y de las figuras religiosas los más valorados por los encuestados.
El informe completo demuestra que, a pesar de que es bastante frecuente que las parejas se hayan planteado, juntos o por separado, la posibilidad del divorcio, la gran mayoría solo lo ha pensado de manera ocasional. La satisfacción con su matrimonio y la confianza en que perdure es bastante alta en general, pero baja significativamente entre los que han considerado esta opción con más frecuencia.
Por ello, Steven M. Harris recomienda atajar los problemas cuanto antes, empezando por hablar de ellos. Desde luego, con la pareja, pero también con las personas cuyos consejos se consideran más útiles.