El gobierno holandés ha aprobado un proyecto de ley que autorizaría a las parejas del mismo sexo a adoptar a un niño holandés. Antes de que se vote la ley, el trámite parlamentario exigirá entre uno y dos años. Las parejas homosexuales que quieran adoptar un niño deberán demostrar que conviven desde hace al menos tres años y que se han ocupado del niño durante un año. El juez decidirá si la adopción puede suponer una mejora en la vida del niño, al que deben haber renunciado por completo los padres biológicos.
Este derecho de adopción para parejas del mismo sexo sólo se aplicará en el caso de niños holandeses. Según ha explicado el portavoz del Ministerio de Justicia, «el tratado internacional que regula la adopción de menores extranjeros está limitado a las parejas heterosexuales. No podemos ni queremos derogar ese texto. Somos conscientes de que este proyecto de ley traspasa los límites corrientemente admitidos en este tema». En la práctica, como cada año sólo hay algunas decenas de niños holandeses que pueden ser adoptados, el cambio legal va más dirigido a dar respetabilidad a las parejas homosexuales que a buscar padres para los niños.
Más consecuencias tendrá la ley en el caso de parejas de lesbianas, cuando una de las dos tiene un hijo mediante un donante anónimo de esperma. Hasta ahora los derechos sobre el niño corresponden sólo a la madre biológica; la futura ley permitiría a la compañera de la madre compartir la patria potestad. Los posibles cambios en la adopción siguen los pasos de la ley que entró en vigor a principios de 1998, que reconocía un «contrato de convivencia registrada», también para parejas del mismo sexo (ver servicio 4/98).
