La aspiración a producir “hombres nuevos” –ciudadanos que encarnen a la perfección las cualidades deseadas por una ideología–, es un deseo del que no están libres las sociedades democráticas. La campaña del gobierno español a favor de la diversidad familiar y sexual es un ejemplo.
En un artículo que resume la tesis de su último libro, 100 Years of Identity Crisis: Culture War Over Socialisation, el sociólogo Frank Furedi sitúa a finales del siglo XIX el origen de las batallas culturales que se libran en la actualidad. Fue entonces cuando el movimiento progresista estadounidense llegó al convencimiento –al que luego se sumarían los socialistas y liberales europeos, los eugenistas, los comunistas y los fascistas– de que “la forma más segura d…
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3 Comentarios
La diversidad tiene que ser transversal a la sociedad, y por tanto, reflejar su realidad de manera fiel. La familia es una poderosa herramienta de bienestar social, y como tal debe protegerse.
Muy bueno!! La diversidad es un hecho, ni bueno ni malo. Siempre hay que respetarla y aprender a gestionarla. Pero cuando la diversidad se convierte en objetivo en sí mismo hay que desconfiar
Interesante artículo, da mucho que pensar. Muy recomendable su lectura.