El tiempo que pasan los padres y las madres con sus hijos aumenta en diferentes países occidentales desde hace unas décadas. Los estudios muestran sus beneficios tanto para la adolescencia como para una madurez estable y unas buenas relaciones paternofiliales. Pero los expertos también advierten de los peligros de la paternidad intensiva; entre ellos, el apagón en la vida social de los progenitores.
Es cierto: hay circunstancias en las que todo parece ir en contra para un plan con amigos o una escapada en pareja –no encontrar a una canguro, tener a la familia lejos, problemas de presupuesto, cansancio...–, pero ¿nos resignamos a que existe una etapa vital así y ya vendrán tiempos mejores, o hay algo que podamos hacer mientras tanto? ¿Es pos…
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