Cuando se habla de promover la conciliación entre trabajo y vida familiar es fácil perderse en los motivos, ya que los implicados a menudo persiguen objetivos distintos. Ante este conflicto de intereses, acentuado en un contexto de crisis económica, el sociólogo Pablo García-Ruiz propone volver a las necesidades de los sujetos más débiles en este debate: las familias. ¿Qué dificultades encuentran para conciliar? ¿Cómo las afrontan? ¿Cómo quieren ser ayudadas?
La conciliación no es un juego de suma cero, en el que lo que ganan unos necesariamente lo pierden los demás. La experiencia de algunas empresas muestra que la flexibilidad de tiempo y espacio de que disfrutan los empleados también es rentable (cfr. Aceprensa, 23-04-2012). Durante much…
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