Se ha dicho que la crisis de la masculinidad está provocando una desvaloración de la figura del padre, pero también pueden encontrarse motivos para el optimismo: nuevas generaciones de padres que reconocen la importancia de involucrarse en la crianza de sus hijos de manera más activa; políticas e iniciativas sociales que facilitan la conciliación al varón y reivindican su papel en la familia; y pensadores que, desde diferentes ambientes intelectuales, coinciden en la necesidad de poner el foco en la figura paterna.
“El padre en el parto es como un guionista en un rodaje: siente responsabilidad por el lío que montó hace tiempo y entiende que su principal tarea es no pisar un cable. Lo más importante que puede hacer es mostrar que está ahí: q…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.
Un comentario