Una vez abiertas las puertas de las aulas inglesas para recibir de vuelta a sus alumnos, los maestros estarán constatando que cientos de ellos –mayormente procedentes de familias con trasfondo inmigrante– no se han reincorporado. “Los profesores notarán su ausencia, pero la alarma no sonará necesariamente, porque las primeras personas con las que hablarán serán los padres, y estos dirán que los jóvenes están yendo a la escuela en el extranjero”.
Así lo explica a The Independent Jasvinder Sanghera, fundadora de Karma Nirvana, una ONG dedicada a luchar contra los matrimonios forzados y que asesora al gobierno británico en este tema. “Los padres son los perpetradores del delito, pero la historia que se escuchará será la de ellos, no la de l…
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