En la historia de las naciones se verifican a veces grandes paradojas. En Colombia, por ejemplo, a medida que se acercaba el momento de la firma definitiva de la paz entre el gobierno y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), se incrementaban más y más las áreas de cultivo de coca, cuya hoja es la materia prima fundamental para la fabricación de la cocaína, narcótico en torno al cual, si algo no suele abundar, es precisamente la paz.
En días pasados, El Heraldo de Colombia citaba al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, quien daba por buenas unas cifras oficiales del gobierno de EE.UU. acerca de que el país sudamericano tenía unas 188.000 hectáreas sembradas con el arbusto, a partir de las cuales se podrían producir an…
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