Contrapunto
El ministro de Exteriores cubano, Roberto Robaina, ha tenido el primer encuentro entablado por el régimen castrista con paisanos exiliados en Estados Unidos. Conversó con ellos durante varias horas en Nueva York, adonde viajó para intervenir ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Entre otras cosas, en la reunión criticó la pastoral de los obispos cubanos a la que acusó de incitar a la división nacional. Pero, cualquiera que la haya leído aseguraría lo contrario, pues pide un diálogo que no excluya ni a los de dentro ni a los de fuera, lo que no implica la uniformidad ideológica.
Si consideramos que la pastoral de los obispos pidió insistentemente -hace más de un mes- el diálogo entre todos los cubanos, incluidos explícitamente los exiliados, cualquier observador diría que Robaina ha seguido su consejo fielmente. Ahora sólo falta que estos primeros contactos sean algo más que una simple operación de imagen del gobierno cubano.
José María Garrido