Piura.— A punto de cumplirse el bicentenario de su independencia, Perú enfrenta una de las elecciones más turbulentas de su historia republicana. Turbulentas porque la mayoría de los peruanos no eligió a estos candidatos para la segunda vuelta, porque sus propuestas son diametralmente opuestas, y porque el perfil político (y personal) de los postulantes ha exacerbado los miedos y odios de la población al punto de dividirla entre dos bandos: anticomunistas y antifujimoristas.
Por un lado está Pedro Castillo (51 años), un maestro de escuela rural, que desde su trayectoria sindicalista ha dado el salto a la política. Hombre de campo, se presenta a sí mismo como una reivindicación del hombre andino, vistiendo sombrero, andando a caballo y culti…
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