La exitosa era del presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva está llegando a su fin en Brasil. Con las elecciones el 3 de octubre y el cambio de mando en enero, la potencia sudamericana cerrará dos cuadrienios de expansión económica, desarrollo y combate a la pobreza. Pese a que aún hay millones de malnutridos en uno de los países más desiguales del mundo, los pobres y la pobreza extrema son mucho menos que en 2003, cuando Lula tomó el timón del Palacio de Planalto. Los estudios indican, además, que la tendencia a la baja proseguirá en el próximo período.
Para reducir el problema de la falta de alimentos, Lula instituyó su programa social estrella, Fome Zero (Hambre Cero), en cuanto asumió el poder. El mandatario, que pasó hambre de niño, pret…
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