Mientras en la reciente conferencia de Monterrey los líderes del mundo discutían sobre la ayuda a los países en desarrollo, los emigrantes latinoamericanos están enviando una ayuda generosa y constante que mantiene a flote a sus familias y refuerza las economías de la región. Según un estudio (1) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante el año 2000, los envíos de dinero realizados por los emigrantes a sus países de origen de la zona América Latina-Caribe sumaron más de 20.000 millones de dólares. El valor de las remesas de emigrantes es superior a la ayuda oficial al desarrollo que recibe la región, equivale a un tercio de las inversiones extranjeras y es más del 150% de los intereses pagados por la deuda externa de la zona dur…
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