Los reportes acerca de los miles y miles de menores centroamericanos que cruzaban la frontera entre México y los estados norteamericanos de Arizona, California o Texas, fueron el pan cotidiano de los informativos el pasado verano. Fue una buena época para los “coyotes” —los individuos que cobraban por guiar a los chicos hasta su destino—, pero fueron días de confusión para las autoridades de EE.UU., que no sabían cómo detener aquella marea migratoria ni cómo lidiar con los recién llegados.
Para que la historia no se repita, los gobiernos de los tres principales países emisores: Honduras, El Salvador y Guatemala —el llamado “Triángulo Norte” de Centroamérica—, dieron a conocer a finales de 2014 una estrategia: el “Plan de la Alianza para la…
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