Como era previsible, Emmanuel Macron seguirá otros cinco años al frente de la República francesa. Pero ha debido luchar con especial esfuerzo en la etapa final de la campaña, porque las circunstancias eran muy distintas a las de abril de 2017, en que tuvo también a Marine Le Pen como contrincante en el balotaje. También la diferencia es ahora más estrecha: 58,5% contra 41,5%. Al final, la tasa de abstención llega al 28%, superior a la de la primera vuelta y la más alta desde 1969. No pocos de los puntos centrales de la campaña pueden marcar tendencias de futuro para otros países europeos.
No es fácil desde España hacerse cargo de los sentimientos de la población francesa, tras dos años de pandemia y con la amenaza bélica de Rusia. Pero da l…
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