De las cosas que me dejé en Italia, echo en falta muchas, sobre todo el café espresso lungo. Hoy tuve que escribir sobre el Family Day, la manifestación contra la ley Cirinnà del pasado sábado. Y de lo que se quedó en el tintero no resisto la tentación de entresacar ciertos modos italianos (hay un simpático libro –An Account of the Manners And Customs of Italy. With Observations on the Mistakes of Some Travellers, With Regard to That Country– del muy culto autor Giuseppe Marco Antonio Baretti, primera edición de 1769) que, en mi opinión, ayudarían en algún otro país.
Por ejemplo, el asunto de las cifras. Los organizadores dijeron que en el Circo Máximo, la amplia explanada entre el Palatino y el Aventino utilizada en tiempos imperiales par…
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