Amsterdam. Holanda tiene ya un nuevo gobierno de coalición, fruto de las elecciones del pasado noviembre. El primer ministro Jan Peter Balkenende, democristiano, entra en su cuarto mandato con una coalición de su partido CDA, socialistas (PvdA) y una agrupación de pequeños partidos protestantes (ChristenUnie). En el programa se observa que ha dado un giro de una política de estilo neoliberal a otra que hace mayor énfasis en lo social.
Flanqueado por sus dos futuros vicepresidentes, el premier holandés mostró los planes del gobierno. Los tres políticos son antiguos alumnos de la Universidad Libre de Amsterdam, institución que hoy día goza de todo el apoyo estatal, pero que se levantó hace más de un siglo con los ahorros de familias protestantes. Hasta hace poco se podía leer en la fachada del edificio original «Ut cognoscant Te», pues su fin era servir a Dios a través de la ciencia. Aunque desde entonces a hoy ha llovido mucho, quien escoge tal universidad no suele hacerlo al azar.
La actual coalición rehabilita la política modelo pólder, cuyo concepto básico es el consenso. El gobierno dará cien días para que, en los temas que han dejado abierto un margen de posibilidades, los respectivos ministros hablen con las organizaciones de los diferentes sectores sociales, sindicatos, representaciones de empresarios… Su idea es descentralizar el gobierno.
Aunque la minoritaria ChristenUnie no ha logrado que se avance en temas éticos, tal como pretendía, sí que se notan matices de su influencia, que en parte habrán encontrado apoyo entre los democristianos del CDA (ver Aceprensa 9/07). En la cuestión del aborto, se respetarán los 5 días de reflexión que la ley prevé cuando una mujer decide abortar y que no se estaban teniendo en cuenta. Además se propondrán a la mujer otras alternativas. Por primera vez se va a realizar una investigación sobre los efectos psíquicos del aborto en la mujer y los médicos deberán rellenar un formulario para precisar que se trataba de un «caso de necesidad».
Objeción de conciencia ante matrimonios homosexuales
El nuevo gobierno permitirá a los funcionarios acogerse a la objeción de conciencia si no quieren casar a parejas homosexuales. La ley de la eutanasia no se modifica, pero se va a fomentar la medicina paliativa. También se reducirá el número de domingos que los comercios están abiertos.
Habrá un nueva cartera ministerial, Familia y Jóvenes, que ocupará André Rouvoet de ChristenUnie. Los libros de texto para la enseñanza primaria y secundaria serán gratuitos y las guarderías recibirán ayudas para que sean accesibles a todas las familias.
Aumentará el subsidio familiar por hijo y la ayuda a grupos menos favorecidos como enfermos crónicos y minusválidos. El permiso parental se extiende de 13 a 26 semanas. «Como no nos atrevemos a poner límites, los jóvenes sufren del abuso del alcohol, sexo y drogas», ha comentado André Rouvoet. Por eso, los «coffeeshops» -donde se vende marihuana- desaparecerán de los alrededores de las escuelas.
Desde la oposición, Femke Halsema de los Verdes considera el acuerdo «ñoño»; «todavía muy neoliberal», según el socialista Jan Marijnissen. Sin embargo, dos tercios de los holandeses han reaccionado de una manera positiva, mientras que antes no tenían confianza en la coalición de gobierno.
Carmen Montón