En Gran Bretaña, la Comisión de Movilidad Social y Pobreza Infantil acaba de revelar que las profesiones más influyentes del país están copadas por quienes estudiaron en colegios y universidades privadas. Los diagnósticos coinciden en que la sociedad británica desaprovecha el talento de los que parten de más abajo. Pero algunas propuestas de cambio van en la línea de favorecer criterios que nada tienen que ver con la meritocracia.
Una versión de este artículo se publicó en el servicio impreso 65/14
El tamaño de la brecha entre lo que ganan los ricos y los pobres no es la única forma de valorar si una sociedad es igualitaria. También cabe preguntarse cómo están representados los estratos sociales entre los que mandan en un país. Es lo que …
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