La publicación de los Diarios 1862-1919 de Sofia Tolstói, (Alba, Barcelona, 2010), mujer del gran novelista -dieciséis partos, trece hijos, de los que sobrevivieron ocho- arroja, entre otros muchos datos, una serie de anotaciones que casan mal con la fama de heraldo del amor al prójimo del autor de Guerra y paz.
En 1894, con 50 años, Sofía se queja de “la abrumadora indiferencia que hace mucho me muestra mi marido”. Todo el trabajo de la casa y de los hijos es para ella: “¿Y qué es de su vida? Pasea, monta a caballo, escribe un poco, vive donde y como quiere y no hace absolutamente nada por su familia, sin dejar de beneficiarse de todo”. Y tres años después: “Recé incesantemente para no incurrir en el pecado de suicidio o en la venganza por…
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