En una conferencia pronunciada el jueves en la catedral de Westminster ante unas 1.600 personas, el ex primer ministro británico Tony Blair destacó la importancia de la religión en un mundo globalizado. La religión, dijo, podría «despertar la conciencia del mundo» y ayudar a lograr los Objetivos del Milenio de la ONU contra la pobreza y el hambre, entre otras causas nobles.
Blair advirtió del peligro del laicismo y reivindicó un mayor protagonismo para la religión. «Si queremos que la religión se convierta en una fuerza para el bien no basta con rescatarla del extremismo (la fe entendida como exclusión). También es necesario salvarla de la indiferencia de quienes ven la religión como una parte interesante de nuestra historia pero no del futuro».
El discurso de Blair -el primero sobre la religión desde que se convirtió al catolicismo el pasado diciembre- forma parte de una serie de conferencias organizadas por el cardenal Cormac Murphy O’Connor. En él reconoció que las convicciones religiosas no son ajenas a la política: «Si eres una persona cuya fe es un punto central en tu vida, no se concibe que no afecte a la política».
Blair señaló varias razones por las que algunos políticos tienden a aparcar la fe. «Te pueden considerar un tipo extraño». Además, hay quienes piensan que «los creyentes quieren imponer sus convicciones religiosas a los demás o que se creen mejor que ellos». También existe el riesgo de ser visto como un iluminado «que trata de dar a sus decisiones políticas un barniz de legitimidad divina».
El lider laborista aprovechó su intervención en Westminster para dar a conocer la Fundación Tony Blair por la Fe, que se pondrá en marcha en los próximos meses. Se trata de una iniciativa que pretende presentar la religión como algo «dinámico, moderno y lleno de relevancia actual». Entre otros objetivos, aspira a ser un foro de encuentro entre fieles de distintas confesiones religiosas.
Ver artículo original: Blair: Religion must be saved from extremism.