Representantes católicos y judíos han defendido la legitimidad de la construcción de mezquitas en Alemania, refutando las posturas de intelectuales y políticos que han criticado la islamización creciente del país.
La polémica se arrastra desde el pasado junio, y ha tenido un eco especial respecto al proyecto de mezquita en Colonia, que sería el segundo edificio religioso más grande de la ciudad, después de la catedral gótica (ver Aceprensa 75/07).
Los 3,4 millones de musulmanes en Alemania disponen de 159 mezquitas (aparte de numerosas salas de oración), y quieren duplicar al menos esa cifra en los próximos años.
Algunos ven esto como un signo de la progresiva islamización del país. Entre estos críticos se ha destacado el escritor Ralph Giordano, quien considera que la enseñanza que se imparte en las mezquitas va en contra de la integración de los inmigrantes.
En cambio, representantes católicos y judíos defienden la construcción de mezquitas en nombre de la libertad religiosa y de la integración de los inmigrantes. El presidente del comité central de los católicos alemanes, Hans Joachim Meyer, ha declarado que la legitimidad de la construcción de mezquitas por parte de los musulmanes es “evidente”, pues tienen derecho a rezar en lugares de oración “dignos”.
También Stephan Kramer, secretario general del consejo central de los judíos de Alemania, ha admitido que el derecho de los musulmanes a construir mezquitas “cae por su propio peso”. La integración de los inmigrantes saldrá así reforzada y se evitará su instrumentalización por los radicales. “La lucha contra los islamistas debe hacerse junto con los musulmanes en las mezquitas”, ha dicho.