El régimen chino detiene a obispos católicos para obligarles a participar en ordenaciones ilícitas
A pesar de haber puesto en libertad no hace mucho a disidentes conocidos, como Ai Weiwei y Hu Jia, Pekín no deja de reprimir las libertades, y se ensaña especialmente con los católicos. Es una pena que no se haya hecho realidad la esperanza suscitada por los Juegos Olímpicos, ni tampoco el acercamiento hacia el Vaticano que comenzó después de la elección de Benedicto XVI, quien no ha ahorrado gestos afectuosos hacia el pueblo chino.
Ordenaciones episcopales desautorizadas por la Santa Sede
Desde luego, tanto la Santa Sede como, sobre todo, los propios católicos que viven en China, reaccionan cada vez más enérgicamente contra los abusos. El pa…
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