Evans Gliwitzki, ex ministro anglicano, ha sido recibido en la Iglesia católica y ordenado sacerdote en España con dispensa de celibato, pues está casado. En una entrevista para «ABC» (23 agosto 2005) cuenta su historia.
Gliwitzki, de 64 años, nació en Zimbabue. Es hijo de un católico de origen polaco y una anglicana. Está casado con una católica, con la que tiene dos hijas. Fue ordenado ministro anglicano en 1984. Trabajó en una comisión para el diálogo con la Iglesia católica, tanto con iniciativas en su país como con viajes a Roma en representación de la parte anglicana.
En la entrevista recuerda su acercamiento a la Iglesia católica. «Yo inicié este cambio cuando se aprobó el sacerdocio de las mujeres en mi anterior Iglesia, en 1992. Esto significaba para mi propia fe -y para parte del clero y de los obispos- un problema, ya que creo que nunca debería haber sido aceptado». Gliwitzki remite al ejemplo de Jesucristo y a la tradición posterior: «Los anglicanos tienen mujeres que celebran la misa y yo no encuentro ninguna justificación para ello en la Biblia, porque nuestro Señor no eligió a ninguna. Si Él hubiese querido hacerlo, habría tenido varias muy buenas para elegir. Estaban cerca de él la Virgen María, María Magdalena e Isabel»… Ante el viraje anglicano, prosigue Gliwitzki, «pensé: ‘No puedo afrontar esto aquí, mejor sería que lo dejara’. Y así fue que me marché, pero en buenas relaciones con mi obispo, que estuvo de acuerdo con lo que hacía y me apoyó».
Con ayuda de un obispo católico de Zimbabue, Gliwitzki comenzó a buscar una diócesis católica que le acogiera. Escribió a las conferencias episcopales de distintos países. La primera respuesta afirmativa vino de España. El obispo de Canarias, Mons. Felipe Fernández, podría darle un encargo pastoral en Tenerife. «Dijo que me necesitaba en el sur de la isla -cuenta Gliwitzki-, porque había una misión para mí, dada la gran cantidad de ingleses que allí viven y que no tienen una iglesia católica donde se diga la misa en su lengua». Tras los necesarios trámites, Mons. Fernández le confirió la ordenación el 21 de agosto. En la iglesia donde desempeñará desde ahora el ministerio estará «bajo la tutela del párroco -explica él mismo-: esa ha sido una condición puesta por la Santa Sede».
Sobre su condición de sacerdote casado, Gliwitzki subraya: «Mi caso es una excepción y no implica, de ninguna manera, un cambio en la ley de la Iglesia que, simplemente, me acepta como lo que soy. Vengo de otra Iglesia que aceptaba el matrimonio de sus pastores, no se trata de que yo sea un sacerdote católico que reclamo para mí el derecho a casarme».