Berlín.— En su asamblea plenaria de otoño, una clara mayoría de los obispos alemanes votó a favor de iniciar el camino sinodal. Sin embargo, tanto el Card. Rainer Woelki de Colonia como el obispo Rudolf Voderholzer de Augsburgo presentaron mociones en contra. El Nuncio apostólico recordó el “primado de la evangelización”.
Los obispos alemanes han decidido —según informaciones de los medios, por 51 votos a favor, 12 en contra y una abstención— continuar con los preparativos para iniciar el camino sinodal el próximo 1 de diciembre. Tras los reparos expresados por el Card. Marc Ouellet, prefecto de la Congregación vaticana para los Obispos, apoyados en un detallado informe del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, y el anuncio de conversaciones en el Vaticano por parte del presidente de la Conferencia Episcopal alemana (DBK), Card. Reinhard Marx, se esperaba con sumo interés la asamblea plenaria de otoño de la DBK, que se celebró del 23 al 26 de septiembre en Fulda.
Según el cardenal Marx, no se trata de abrir una “vía particular alemana”, sino de hacer una aportación al debate de toda la Iglesia
A su inicio, el cardenal Marx informó a la Asamblea que, en sus conversaciones en el Vaticano, “no me han mostrado un cartel de stop” para el camino sinodal. Sin embargo, el nuncio apostólico, el arzobispo Nikola Eterović, presente también en Fulda, se dirigió a los obispos alemanes con unas palabras de saludo inusualmente extensas, de casi cinco páginas, para recordar el «primado de la evangelización» al que se refería el Papa Francisco en su carta a los católicos alemanes del 29 de junio. Con todo, el presidente de la DBK afirmó que había podido eliminar “malentendidos” en relación con los estatutos del camino sinodal.
Votos en contra
Tanto el Card. Rainer Woelki de Colonia como el obispo Rudolf Voderholzer de Augsburgo expusieron sus opiniones, explicando por qué votaban en contra del proyecto de estatutos. Así, el cardenal de Colonia hacía referencia a que “el Papa Francisco nos recuerda que la fe de las Iglesias particulares siempre tiene que estar y mantenerse en consonancia con la fe de toda la Iglesia”. Por tanto, “las normas de fe que forman parte de la doctrina inalterable de la Iglesia no pueden ponerse a disposición en el camino sinodal”, mientras que “algunos pasajes [de los documentos de los foros sinodales] producen la impresión de que se trata de dar una nueva orientación a muchos aspectos fundamentales de la fe”. Y remitiéndose nuevamente al Papa, afirmaba con rotundidad: “Nuestra integración en la fe de la Iglesia universal, a cuya integridad servimos con nuestro ministerio episcopal, excluye los debates y las votaciones sobre cuestiones de fe”.
El obispo Rudolf Voderholzer fue más allá: anunció que se retiraría del camino sinodal, si este tomaba un rumbo que no le pareciera asumible, lo cual el Card. Marx calificó de legítimo: la posibilidad de que algún obispo no llevara a la práctica las decisiones del camino sinodal no significa un obstáculo para este.
Posibilidad de ruptura
Refiriéndose a la tensión reinante en la Asamblea de los obispos, Joachim Frank, “experto en cuestiones eclesiásticas” del diario Kölner Stadtanzeiger, comentaba en la radio estatal Deutschlandfunk que en Fulda había preocupación por la posibilidad de que se produjera una ruptura en el seno de la DBK, pues “los frentes estaban bastante endurecidos”. Según Frank, la polémica giró en torno al concepto del “primado de la evangelización”: los unos achacan a los otros quedarse en estructuras, en aspectos externos.
“Esta es, naturalmente, una confrontación polémica, de la que es difícil salir porque uno se encuentra a la defensiva: ‘Yo también quiero cambiar algo, pero no solo en las estructuras’. Al final se encontró una fórmula de compromiso: el camino sinodal deber ser también un camino espiritual; es decir, que no solo se traten cuestiones estructurales, sino que se profundice espiritualmente en ellas. Del entorno del cardenal Woelki me dijeron: ‘Tiramos de la misma cuerda, pero en diferentes direcciones’. Creo que esto caracteriza bastante bien el conflicto”.
Los obispos disconformes con el “camino sinodal” creen que da pie a tomar resoluciones que se aparten de la fe de la Iglesia universal
Los reparos de los obispos que votaron en contra los resume, por otro lado, Dominik Schwaderlapp, obispo auxiliar de Colonia, en un comentario para la plataforma online kath.net: “El camino sinodal que comienza ahora con la aprobación de los estatutos me llena de preocupación, pues no se centra en Cristo y la evangelización. En relación con los ‘temas provocadores’ se despiertan en algunos expectativas que no pueden cumplirse, lo que llevará a nuevas decepciones. Además, así se desplaza la mirada de un nuevo comienzo acorde a las palabras de la Escritura: ‘El gozo del Señor es vuestra fortaleza’ (Neh 8,10). Por tanto, no veo (aún) una vía para un nuevo comienzo”.
Compromiso
Parte del compromiso al que alude Joachim Frank puede resumirse en lo que, según Björn Odendahl –en la plataforma oficiosa de la DBK katholisch.de–, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal: no se trata de seguir una “vía especial alemana”; en los temas de importancia para la Iglesia universal se presentarían los informes correspondientes al Papa, como “aportaciones al debate para la Iglesia universal”. Según Odendahl, el Card. Marx recordó además que para poner en práctica las decisiones de carácter nacional que se tomarán en el camino sinodal, tendría que ponerlas en vigor cada obispo en su diócesis, pues solo así tendrían carácter vinculante.
Con estas palabras contrastan, sin embargo, las declaraciones de Mechthild Heil, diputada en el Parlamento alemán y presidenta de la Asociación alemana de mujeres católicas (KfD), que tiene representación en el Comité central de los católicos alemanes (ZdK). En una entrevista con katholisch.de afirmaba: “Si el camino sinodal lleva a un cierto resultado y los foros producen resultados, para un obispo individual será muy difícil no llevarlos a la práctica u oponerse. En ese caso, las comunidades estaríamos llamadas a hacer presión y a exigir hechos de nuestros obispos”.
Según las informaciones facilitadas por la DBK y por el ZdK, el proyecto de estatutos se tratará en la comisión central del ZdK a mediados de octubre. La versión final de los estatutos será “constatada” por el Card. Marx, el vicepresidente de la DBK –el obispo Franz-Josef Bode de Osnabrück– y dos miembros de la presidencia del ZdK. Se mantiene así el plan de comenzar el camino sinodal el 1 de diciembre. Por otro lado, se ha afirmado que el presidente de la DBK dará a conocer al Vaticano los estatutos aprobados.