Albania, el una vez autoproclamado «primer Estado ateo del mundo», ha vivido su primera Navidad en plena libertad religiosa. Las iglesias católicas, recientemente reabiertas, acogen multitud de personas cada domingo, señala un reportaje del diario alemán Süddeutsche Zeitung. La pasada noche de Navidad, Mons. Ivan Dias, nuncio apostólico en Albania, transmitió a los fieles reunidos para la Misa en la Catedral de Scutari la noticia del nombramiento de cuatro obispos por el Papa Juan Pablo II. Se reconstruye así la jerarquía católica, perseguida en esa nación desde la llegada al poder de los comunistas en 1945.
Entre los nombrados está Franco Illia, designado arzobispo de Scutari. Este sacerdote fue condenado a muerte en 1968, acusado de ser espía del Vaticano. La pena le fue conmutada por 25 años de trabajos forzados, de los que cumplió veinte. Otro de los obispos nombrados, Mons. Zef Simoni, pasó doce años en la cárcel y después ejerció el ministerio clandestinamente. Estos casos no son excepcionales entre el clero y los fieles albaneses, probados con una de las persecuciones religiosas más duras de este siglo.
Los ataques comenzaron en 1945, con la expulsión del delegado apostólico en Albania meridional, y continuaron con la matanza o encarcelamiento de obispos, sacerdotes, religiosos y fieles. En 1967 arreció la persecución antirreligiosa -que sufrieron también los musulmanes-, con el cierre de más de dos mil iglesias, mezquitas y conventos, la mayoría de los cuales fueron destruidos. De los siete obispos, 200 sacerdotes y otras tantas religiosas que residían en el país en 1945, sólo habían sobrevivido a la persecución en 1991 un obispo, 30 sacerdotes y aproximadamente el mismo número de religiosas. Los que han quedado tienen todos más de 65 años y muchos de ellos están concentrados en la archidiócesis de Scutari.
Los recientes nombramientos episcopales proveen de pastores a las siete circunscripciones eclesiásticas que existen en Albania.
La mayoría (68%) de los casi 3,2 millones de habitantes de Albania es musulmana; hay un 20% de ortodoxos y un 12% de católicos. En 1945, los católicos representaban más del 20% de la población.
Según declara a Süddeutsche Zeitung un sociólogo de Tirana, Edmond Dragoti, la Iglesia católica goza en la actualidad de gran prestigio en Albania. Muchos jóvenes albaneses asocian el catolicismo con Occidente, y ven al odiado comunismo como algo importado del mundo eslavo y oriental, de tal forma que incluso algunos musulmanes se definen como católicos.
La Madre Teresa de Calcuta ya ha abierto en Tirana una comunidad de Misioneras de la Caridad, y está en marcha una nueva fundación en Scutari. En esta ciudad se ha logrado que las autoridades restituyan la catedral.