Junípero Serra, el sacerdote franciscano mallorquín que fundó varias misiones en California en el siglo XVIII, está de nuevo en la picota en EE.UU.: si en 2015, año de su canonización, supuestos simpatizantes del indigenismo intentaron retirar su estatua del Capitolio de Washington, ahora es la Universidad de Stanford la que ha decidido desterrar su nombre de varias de sus instalaciones.
La prestigiosa universidad –segunda en varios rankings internacionales– dice haber atendido algunas reclamaciones sobre el asunto de Serra. La conclusión de dos comités que examinaron la cuestión fue que merecía ser borrado de un edificio académico, de una residencia de estudiantes y de una vía, en primer lugar porque había causado “gran daño y violencia a …
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.