Guadalajara (México). Si el encuentro de amor, la misericordia, es el sello de este pontificado, entonces se podría decir que el viaje de Francisco a México se comenzó a “planear” en 1531, en el cerro del Tepeyac. En el diálogo entre la Virgen y Juan Diego, la Virgen declara primero lo esencial: “Juanito, Juan Dieguito […] hijo mío”. El indio responde de forma similar: “Mi Señora, Reina, Muchachita mía”. Todo lo demás nace de esta fuente: el mensaje, el envío y la promesa. Por eso, es significativo que el viaje del Papa se dé en el contexto del Año de la Misericordia, y que haya querido iniciarlo con una visita al Tepeyac.
Hace unos días, el Papa explicó en una video-entrevista las coordenadas de su viaje a México (aquí se puede leer la tr…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.