Integrar a todos, lo que constituye “una comprensión fundamental del Evangelio (…) nadie debe sentirse condenado, nadie despreciado”. Discernir y acompañar: palabras “que no se aplican únicamente a las “situaciones llamadas irregulares”, sino que valen para todas las personas, para cada matrimonio, para cada familia”. No renunciar a proponer el ideal del matrimonio cristiano por “no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano”, pues el Papa Francisco “está convencido de que la visión cristiana del matrimonio y de la familia tiene, también hoy en día, una fuerza de atracción inmutable”.
Estas son, según el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, la…
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