En su viaje a Estados Unidos, el Papa Francisco estuvo con indigentes, presos, víctimas de abusos sexuales, inmigrantes. Además se salió del programa para visitar a las Hermanitas de los Pobres y, según se ha sabido luego, recibir en privado a Kim Davis, la funcionaria de un condado de Kentucky que rehúsa firmar licencias de matrimonio a parejas homosexuales. Ambos casos tienen algo en común.
Las Hermanitas de los Pobres no quieren dar a su personal un seguro médico que cubra anticonceptivos, cosa que manda la reforma sanitaria de 2010. El gobierno concedió, no sin lucha, eximir a las entidades religiosas, pero con una fórmula que, según las Hermanitas, les hace cómplices de lo que su conciencia les prohíbe. Pues tienen que notificar su obj…
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