Según el informe presentado en Roma por Ayuda a la Iglesia Necesitada (1), China, Cuba, Bielorrusia y Nigeria son los países en que más sufre la libertad religiosa en los respectivos continentes. Sin contar a los miembros de otras confesiones, en 2002 fueron asesinados 938 cristianos, 629 resultaron heridos y 100.345 están en prisión por sus creencias. Son los rasgos más duros de un cuadro dramático dibujado con persecuciones físicas, trabas burocráticas y nuevas leyes que limitan la libertad religiosa.
Es el quinto año en que publica este informe la sección italiana de la conocida asociación fundada por el P. Van Straaten (ver servicio 147/02): valora con todo detalle, país por país, cualquier avance o violación de la libertad religiosa, sucedido a lo largo del año anterior en los cinco continentes. En la presentación del informe intervino el P. Bernardo Cervellera, director de Asia News, quien subrayó las alarmantes informaciones relativas a China, donde «nuevos reglamentos sobre obispos y comunidades someten la vida y el corazón mismo de la Iglesia a decisiones políticas y a un método democrático que podría destruir la dimensión apostólica y sacramental de la Iglesia» (ver servicio 91/03). Sin embargo, a pesar de persecuciones y controles, «los pastores y fieles católicos han dado en China un testimonio creciente de amor y de unidad al Papa y entre sí». En conjunto, y en contra de la propaganda oficial, la mitad de la población china es creyente.
No ha mejorado la situación en otros países de Asia. Los cristianos continúan siendo perseguidos, especialmente en los regímenes comunistas de Vietnam, Corea del Norte y Laos. A la vez, prosigue la discriminación en la mayor parte de los países islámicos. En lugares aislados, como Qatar y Bahrein, se han registrados algunos progresos. Pero apenas significan nada en comparación con el notorio avance de la sharía, la ley coránica, que supone una grave limitación a las confesiones religiosas no musulmanas. Así sucede en Nigeria, donde se ha introducido la sharía en doce Estados, lo que ha crispado las tensiones y conflictos entre cristianos y musulmanes: en poco más de tres años, los enfrentamientos étnico-religiosos han causado casi 10.000 muertos.
El estudio dedica cierto espacio a Cuba. El partido comunista, a pesar de sus declaraciones públicas en sentido contrario, ha aprobado un documento interno en el que recomienda a sus miembros que luchen contra la influencia de la Iglesia católica sobre la población. Subsisten las dificultades para obtener permiso de construcción de nuevos templos y lugares de reunión, o para reparar los existentes. Preocupan también a los redactores del informe los asesinatos y secuestros sufridos en Colombia por sacerdotes y religiosos.
Dentro de Europa, permanecen serios problemas en países orientales de la antigua URSS, especialmente Bielorrusia: «El régimen del presidente Aleksandr Lukashenko continúa sometiendo a duras pruebas la libertad de pensamiento y de religión». La ley sobre libertad religiosa es la más represiva de Europa (ver servicio 162/02). Reconoce a la Iglesia ortodoxa como religión oficial del país, a la que el Estado debe proteger frente a las «sectas peligrosas»: de este modo resulta casi imposible para las confesiones religiosas minoritarias trabajar sin control administrativo previo. También en Rusia la libertad religiosa ha encontrado nuevas dificultades en 2002, sobre todo para la Iglesia católica. Afortunadamente, ha mejorado la situación en Ucrania, donde se han restituido gran parte de las propiedades eclesiásticas expropiadas bajo el comunismo.
_____________________(1) Attilio Tamburrini (ed.). Rapporto 2003 sulla Libertà Religiosa nel Mondo. Aiuto alla Chiesa che Soffre. Roma (2003). 455 págs.