Según los últimos datos recogidos por la Oficina de Estadística y Sociología de la Iglesia (OESI) referentes al quinquenio 1989-1993, la media española de ordenaciones de nuevos sacerdotes diocesanos es de 241,6 al año. En 1989 se ordenaron 203 sacerdotes, y el número ha ido aumentando cada año hasta alcanzar 296 ordenaciones en 1993. El destino más común de los nuevos sacerdotes es el de coadjutor de sacerdotes más veteranos en una parroquia. Menor proporción son los que se dedican a las universidades, pastoral juvenil o las misiones. Un 5% marcha a completar sus estudios en Roma o en universidades civiles.
No obstante, la media de edad de los sacerdotes españoles sigue siendo muy alta (57,69 años si se incluye a los jubilados, y 53,52 si se cuentan sólo los que están en activo). La mayor parte del clero, jubilado o activo, tiene entre 60 y 69 años (33,55%); el 23,95%, de 50 a 59 años, y el 18,75%, más de 70 años. Sólo un 1 1,28% tiene menos de 40 años (14,29% de los que permanecen en activo). Las medias de edad en las diócesis oscilan entre 48 años en Getafe y 68 en San Sebastián. En Madrid y Barcelona los sacerdotes tienen una edad media de unos 60 años.
Por la avanzada edad de los sacerdotes, en 1993 el número de fallecimientos fue de 381, casi cien más que el de ordenaciones. Las secularizaciones han disminuido proporcionalmente respecto a la década de los ochenta. En los años noventa se han secularizado entre treinta y cuarenta sacerdotes al año.