La muerte de la Madre Teresa de Calcuta ha atraído la atención sobre la comunidad católica en la India y ha mostrado la influencia que puede ejercer una Iglesia muy minoritaria.
Los católicos de la India son 15,7 millones y representan tan sólo el 1,7% de una población total de 918 millones (datos de 1994). Se concentran sobre todo en los Estados del sur y noreste del país. La mayor parte de la población es de religión hindú (83%) y musulmana (11%).
El 50% de los cristianos son dalit, es decir, miembros de castas inferiores. En algunas diócesis constituyen el 80-90% de la comunidad cristiana. Sin embargo, los dalit cristianos no gozan de los mismos beneficios constitucionales que los hindúes, sikhs o budistas, por no pertenecer al tronco religioso hindú. Como consecuencia, cuando un dalit se convierte al cristianismo y lo declara en el censo, pierde automáticamente los subsidios gubernamentales.
Actualmente hay tres ritos en la Iglesia católica india: el latino, el siro-malabar y el de la Iglesia siromalakar, unida a Roma en 1930. En la Iglesia prestan su servicio 16.000 sacerdotes -de los que más de la mitad pertenecen al clero secular-, 72.000 religiosas y 3.000 religiosos no sacerdotes.
No obstante la escasa proporción de católicos en la India, las instituciones católicas están muy presentes en la educación y la asistencia social. En sus centros de enseñanza -desde escuelas a colleges universitarios- estudian más de 5 millones de alumnos, la mayoría no católicos. Además, dirigen 13.209 instituciones asistenciales, entre las que se encuentran 724 hospitales, 2.062 dispensarios médicos, 262 leproserías, 555 residencias para ancianos y minusválidos, 1.749 orfanatos, 1.485 jardines de infancia y 791 consultorios matrimoniales.