Casi cinco años después de la firma, la Dieta polaca ha ratificado por fin el concordato entre la Santa Sede y Polonia. Suscrito por el gobierno de la católica Anna Suchocka en julio de 1993, el acuerdo fue congelado antes de su entrada en vigor por la llegada al poder de los ex comunistas liderados por Kwasniewski.
Polonia, país en el que el 90 por ciento de la población es católica, estaba sin concordato desde 1945, cuando los comunistas empezaron a gobernar. Entonces expulsaron al nuncio y rompieron unilateralmente las relaciones con la Santa Sede. Tras la década de los cincuenta y la persecución contra el cardenal Wyszinsky, el Partido tuvo que encontrar un modus vivendi con la Iglesia. Pero el restablecimiento de las relaciones…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.