Saratov. Unos la consideran un elemento subversivo, mientras otros se sirven de ella para alcanzar la autonomía nacional: la religión es un punto clave en el conflicto de Chechenia, que ya ha causado miles de muertes y el éxodo de unas 170.000 personas. Rusia demoniza la resistencia de los separatistas chechenos atribuyéndola a musulmanes fanáticos. Por su parte, los independentistas enarbolan la bandera del Estado islámico para reforzar su identidad nacional. La trágica ironía es que el pueblo no desea esta guerra, alentada por fanáticos de uno y otro lado. Como consecuencia, las minorías religiosas se encuentran rodeadas del odio de los extremistas y son víctimas de la violencia. Esta es también la situación que padece el pequeño grupo de…
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