Apesar de los diez años de democracia y de la recuperación de la libertad religiosa en Rumania, persiste la desconfianza entre las Iglesias de este país ex soviético, si bien se perciben indicios de reconciliación. Más del 80% de los 23 millones de rumanos pertenecen a la Iglesia ortodoxa. Unas 700.000 personas forman la Iglesia greco-católica, que en 1700 se separó de la Ortodoxia para volver a unirse a Roma, sin por ello renunciar al rito bizantino. Por su parte, la Iglesia católica de rito latino abarca casi dos millones de creyentes, en su mayoría de origen húngaro.
Los cristianos greco-católicos sufrieron mucho a causa de la discriminación y persecución durante el régimen comunista. En 1948, el gobierno disolvió sus diócesis y …
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