Según la Comisión Europea, las monedas pueden tener cara pero no cruz. Lo advirtió al Banco Nacional eslovaco, que sin embargo ha acabado por salirse con la suya.
En Eslovaquia se cumplen ahora 1.150 años de la llegada de san Cirilo y san Metodio, los evangelizadores de los pueblos eslavos. Fueron desde Grecia para sembrar la fe cristiana. La semilla germinó, y actualmente en Eslovaquia son cristianos el 84% de los 5,5 millones de habitantes. Para celebrar el aniversario, el Banco Nacional decidió acuñar unas monedas conmemorativas de 2 euros que representaran en el anverso (el reverso es común a todos los países de la zona euro) a los santos Cirilo (también llamado Constantino) y Metodio con una cruz.
Pero cuando Eslovaquia presentó el diseño para que fuera aprobado en Bruselas, la Comisión y algunos Estados miembros objetaron que las monedas de euro no deben llevar símbolos religiosos. No podían oponerse a la cruz de dos travesaños, hincada en una montaña de tres cimas, pues es el símbolo nacional eslovaco, que figura en el escudo y la bandera, así como en las monedas ordinarias de euro acuñadas en el país. Se referían a las aureolas de los dos santos y a las cruces en la estola del segundo.
Objetó Francia, en defensa de la laïcité. La Comisión alegó que, para respetar la diversidad religiosa de la Unión Europea, no se debe dar preferencia a los símbolos de un determinado credo, y como en una moneda no caben los de todos… La protesta de Grecia fue más radical, según The New York Times: ¿acaso Eslovaquia pretendía apropiarse de dos figuras del patrimonio histórico y cultural griego? La Comisaría de Asuntos Económicos y Monetarios y del Euro ordenó un nuevo diseño.
El Banco Nacional de Eslovaquia encargó una adaptación para quitar las aureolas y las cruces. Pero la decisión fue muy mal recibida por la opinión pública eslovaca, y finalmente la Comisión Europea anunció, en noviembre pasado, que retiraba las objeciones. Así que el Banco volvió al diseño original, como explica en un comunicado. Las nuevas monedas se pondrán en circulación el 5 de julio, con cara, cruces y aureolas, aunque con dos meses de retraso.
Si se hubiera impuesto el veto a la moneda, tendríamos un caso más de respeto a la diversidad religiosa que consigue justo lo contrario: un vacío religioso. Más opuesto a la diversidad es que no aparezca ninguna religión, no que figure alguna. El cristianismo, y en menor medida otras religiones, forma parte de la historia, la cultura y la vida actual de Eslovaquia y la generalidad de los países europeos. Aun sin aureola ni cruces, Cirilo y Metodio seguirían siendo los apóstoles de los eslavos, y no es otra la razón para representarlos en una moneda de curso legal.