Las finanzas vaticanas se sometieron recientemente y por primera vez al escrutinio de Moneyval, organismo del Consejo de Europa que evalúa las medidas contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. Los resultados del informe publicado a mediados de julio merecieron diversos titulares periodísticos, desde los que destacaron que “El Vaticano pasa el test de trasparencia financiera” a los que decían “Se detectan serios fallos en el banco vaticano”.
John L. Allen hace un objetivo resumen para el National Catholic Reporter (20-07-12). La evaluación de Moneyval refleja la situación entre noviembre de 2011 y enero de 2012, y el informe reconoce el esfuerzo del Vaticano para “avanzar y mejorar sus leyes y prácticas” en este tema.
Frente a informaciones periodísticas que han creado una imagen de escándalos en las finanzas vaticanas, el informe dice: “Aunque ha habido recientemente en la prensa acusaciones no probadas de corrupción, no hay pruebas empíricas de que haya corrupción en el estado de la Ciudad del Vaticano”.
Para evaluar a los Estados europeos, Moneyval usa los 49 indicadores establecidos por la Financial Action Task Force, creada por el G8. Cuatro de estos indicadores se consideraron no aplicables al Vaticano, y del resto pasó 22 y se encontraron defectos en 23. Y, lo que es más importante, se consideró que el Vaticano estaba “conforme” o “en buena parte conforme” –las más altas calificaciones– en 9 de los 16 criterios principales (“key and core”).
Estos resultados colocan al Vaticano con notas similares a las obtenidas en recientes evaluaciones por Alemania, Italia y República Checa. En los indicadores principales, el Vaticano obtuvo mejores resultados que 19 de los 29 países que Moneyval ha examinado, y muchos de estos países se han sometido ya a dos ciclos previos de evaluación.
Es decir, el Vaticano, en su primera evaluación, casi está situado en el tercio superior de las naciones europeas en lo que se refiere a trasparencia financiera.