En siete puntos puede resumirse el Congreso Eucarístico Internacional, que concluyó el 17 de octubre en Guadalajara (México). Presentadas por el cardenal Jozef Tomko, legado del Papa al Congreso, las propuestas son también recomendaciones para vivir el Año de la Eucaristía.
Las siete conclusiones son: 1) Urge resaltar la importancia de la Eucaristía dominical; 2) Resaltar nuevamente la fiesta y la procesión del Corpus Christi; 3) Revalorizar la adoración eucarística en todas sus formas, incluida la Adoración Nocturna; 4) Buscar la Comunión frecuente y digna, acompañada del sacramento de la Reconciliación; 5) Fortalecer el espíritu de misión que nace de la Eucaristía; 6) Compartir con los pobres la mesa y la Misa, en servicio de caridad; 7) Renovar en la Eucaristía, la fe, el sacrificio, la comunión y el servicio, como un signo para la Iglesia católica y el mundo.
Por otra parte, el Congreso Eucarístico deja como legado la nueva fundación de una obra social para la población de bajos recursos, y su actividad se centrará en la pequeña empresa, la organización agropecuaria y la actividad artesanal. También dirigirá sus empeños a la salud, la nutrición, el cooperativismo, la educación y el desarrollo comunitario. Lleva el nombre del cardenal mexicano José Garibi Rivera (1889-1972), en agradecimiento a su labor por la concordia y la paz.
Quebec será sede del próximo Congreso Eucarístico Internacional, pues en 2008 la cuna de la civilización francesa en América festejará el cuarto centenario de de la fundación de la ciudad.
«Sugerencias y propuestas» de la Santa Sede para el Año de la Eucaristía
La Santa Sede publicó el pasado 14 de octubre un documento con «sugerencias y propuestas» para vivir el Año de la Eucaristía, que se inauguró el 24 de octubre. A las Conferencias Episcopales, les pide que afronten los problemas doctrinales o pastorales propios de sus países, en especial la «falta de sacerdotes, debilitación en los sacerdotes de la importancia de la misa cotidiana, descuido de la misa dominical, abandono del culto eucarístico».
Sugiere a las diócesis que promuevan el conocimiento de santos y santas que se han distinguido por el amor a la Eucaristía, «incrementar la adoración perpetua del Santísimo Sacramento» y que den a conocer «el patrimonio de arte diocesano con referencia eucarística». También les pide «crear secciones de interés eucarístico en los semanarios, revistas diocesanas, sitios en Internet, emisoras de radio y de televisión locales».
Solicita a las parroquias reordenar, si es necesario, los lugares de celebración («altar, ambón, presbiterio») o en los que se conserva la Eucaristía («sagrario, capilla de la adoración»), atender a la belleza de los signos («ornamentos, cálices», etc.). Después sugiere a los santuarios que difundan «el canto gregoriano, al menos en las melodías más fáciles» y que ofrezcan la posibilidad de que los peregrinos se acerquen al sacramento de la Reconciliación. A los monasterios y comunidades religiosas les anima a redescubrir la piedad eucarística en la vida y escritos de sus fundadores.
El documento del vaticano subraya que en los seminarios se cultive «la participación interior y exterior en la celebración de la misa», se difunda «el latín y el canto gregoriano», además de incrementar «la adoración eucarística». Finalmente, para las asociaciones y movimientos, señala que el Año de la Eucaristía «es un estímulo para dedicar más tiempo a la adoración eucarística, involucrando también a otras personas en una especie de apostolado eucarístico».
Rafael de los Ríos