Informaciones procedentes de Pakistán, la India o Bangladesh vuelven a reflejar enfrentamientos graves promovidos por grupos islamistas, en nombre de un respeto radical a sus creencias que no admite tolerancia alguna.
Mientras en Pakistán se lucha por la derogación de leyes incorporadas a los códigos penales, en otros, como Bangladesh, los conflictos proceden de la protesta islamista que pretende condenar a muerte a los “blogueros ateos” y poner en práctica una ley antiblasfemia.
De hecho, decenas de miles de radicales se manifestaron en la capital. Dacca, hace dos semanas, con la especial violencia que caracteriza esas concentraciones: dos personas murieron y cientos resultaron heridas. La “gran marcha” había sido lanzada por Hefajat el-Is…
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